Erase una vez una niña,que tenía 10 años,alta,de pelo castaño.ojos de color chocolate,con largas pestañas y una piel blanquísima.Se llamaba Maria,su verdadera ilusión era la de patinar en la pista que había en el parque.
Todos los días,después del colegio,tenía que ir a vender carbón por las calles del pueblo.Al terminar la venta, se paraba en el parque a mirar los niños que patinaban.Siempre pensaba que algún día patinaría en la pista junto con los demás niños.
Un día,que estaba viendo a los niños patinar,observó como uno de ellos se había caido al suelo y los demás se reían de él.Corriendo como un rayo,salió María en su ayuda.El pobre niño se había torcido el pié y lloraba quejosamente.
Le preguntó dónde vivía para llevartlo a casa,Una vez ante la puerta de su casa,llamó y al instante salió una señora mayor, posiblemente su abuela.María le explicó con todo detalle lo que había ocurrido y se marchó.Al día siguiente cuando María acudió a la pista de patinaje,se encontró a la abuela del niño,la cual le dió las gracias por su ación.Le preguntó si ella patinaba,María le respondió que no tenía patines,sus padres no podían compárselos.porque eran pobres,pero que su gran ilusión era patinar,patinar y patinar todos los días.
Al día siguiente,cuando Maria se acercó a la pista,la abuela,, le sorprendió regalándole unos patines rojos,que eran de ella ,cuando era joven.María se puso loca de contenta,se los colocó y le correspondió con un enorme beso,dándole las gracias.
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Inbmediatamente se puso los patines, entró en la pista y se puso a patinar,dando vueltas y vueltas,llorando de alegría.Era el sueño de se vida.
Pilar Hermoso
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